Cómo tratar con el enojo

Había una vez un niño que tocaba su tambor todo el día y disfrutaba cada momento. No se callaba, no importa qué le decían o hacían. Varios intentos se habían hecho para que el niño ya no tocara, pero sin resultado. Una persona le dijo que si seguía tocando su tambor, le perforaría sus tímpanos. Este razonamiento le era muy avanzado para el niño, que ni era científico ni escolar. Una segunda persona le dijo que el tocar el tambor es una actividad sagrada y solo se debería hacer durante ocasiones especiales. La tercera persona ofreció a los vecinos tapones para los oídos. La quinta les dio a los vecinos libros que describen el método de controlar su enojo por medio de bioreacción. La sexta persona le dio ejercicios de meditación al niño para hacerle plácido y dócil. Ni uno ni otro de los intentos dio resultado. Por fin, una persona muy sabia llegó con una motivación eficaz. Estudió la situación, le dio al niño un martillo y un cincel, y le preguntó, “¿Qué piensas que hay dentro del tambor?” ¡Hay maneras positivas para tratar con el enojo!